Francisco Lara Jiménez en el Linares Deportivo

Jun 4, 2015 | Juventud y Deportes

Francisco Lara Jiménez, más conocido por “Lara”. Nació en Montoro en el año 1993, concretamente el 10 de Marzo, y desde pequeño ha estado ligado y enamorado de su pueblo.

Empezó en esto del balompié desde bien chiquitito:

Escuela de Fútbol de Montoro.

Equipo Benjamín del Bujalance donde jugó junto a Cecilio Morales "Chillo,
Allí jugó durante una temporada en la Primera Provincial Benjamín a las órdenes de Carmelo.

Al año siguiente, también en la etapa Benjamín, defendió los colores de su pueblo en el equipo Alevín, una categoría superior a la suya y en la que pudo aprender mucho de la mano de Juan Albuera, quien a la temporada siguiente también volvió a dirigirlo en el mismo equipo.

Tras dos temporadas en Montoro, recibió la llamada del Córdoba C.F. para enrolarse en las filas de su equipo Alevín a las órdenes de Paco Olea, con quien se proclamó campeón de la Primera Provincial. Esa misma temporada participó con la Selección Cordobesa que entrenaban Carmelo y Eduardo donde alcanzó el primer puesto en el Cto. de Andalucía de Selecciones Provinciales.

En categoría Infantil contiuó en el Córdoba C.F., en esta ocasión en el equipo de primer año de infantil a las órdenes de Nandi, aunque también pudo disfrutar de minutos con el equipo de segundo año. Su último año de infantil abandonó el Córdoba C.F. y se enroló en el Don Bosco, equipo también de la capital cordobesa, en esta ocasión a las órdenes de Jorge.

En el Don Bosco durante mis dos años de cadete, en el segundo de ellos, participó en la Liga Andaluza realizando una gran temporada. Precisamente este año fue cuando conoció el peor lado del fútbol, las lesiones, puesto que una rotura de cúbito lo apartó de la selección cordobesa en una año importante para él.

Los tres años de su etapa Juvenil volvió a vestir la camiseta del Córdoba C.F. Los primeros dos años en Liga Nacional a las órdenes de Paco Ortiz el primero de ellos, y el segundo con Garrido como entrenador. Fueron dos años importantes para su formación como futbolista al enfrentarse a filiales de gran entidad. El tercer año de juvenil, a las órdenes de Diego Delgado, compitió en la División de Honor de la categoría, siendo un año complicado en lo colectivo pero de gran provecho en lo individual.

En su primer año en categoría senior recibió la llamada de Garrido, quien lo conocía de su etapa en el Córdoba y quiso contar con sun participación para defender la camiseta del Pozoblanco en el Grupo X de la Tercera División. Esta temporada fue importante en su trayectoria, puesto que jugó como titular en la mayor parte de la temporada y luchó por mantener la categoría hasta la última jornada, un objetivo que finalmente alcanzó.

Al año siguiente tomó la decisión lo que para muchos era un paso atrás. Apareció en su vida deportiva la figura de Diego Caro, un entrenador al que se había enfrentado varias veces y que insistió en llevarlo al Torredonjimeno de la Primera Andaluza. Defendió la camiseta toxiriana durante la temporada 2013/2014. Le dió galones dentro del equipo y se sintió cómodo e importante dentro del vestuario. Al finalizar esa temporada, iba a recibir la gran oportunidad de su carrera.

Alberto Lasarte, director deportivo del Linares había estado siguiéndolo durante mi etapa en el Torredonjimeno y quiso llevárselo en las filas del Linares Deportivo, un equipo con aspiraciones de ascenso. Llegó a la ciudad minera sin hacer mucho ruido, con el único aval de la dirección deportiva. Era un desconocido para todos, incluido para Torres, su entrenador, que finalmente decidió darle un sitio en la plantilla. Torres y Lasarte han sido claves en esta aventura azulilla que ha finalizado con el ascenso a Segunda División "B". La confianza del míster y del director deportivo le ha hecho crecer como futbolista y ha podido disputar la mayor parte de minutos con la camiseta azulilla.

Pero su etapa en el Linares Deportivo no ha acabado. El año que viene disfrutará de la Segunda División "B" junto a la gran afición que tiene este equipo.

Allá donde vaya, “Lara” siempre presumirá orgulloso de ser montoreño. Siempre defenderá la camiseta de mi equipo, pero en mi corazón siempre llevará grabado a fuego el nombre de su pueblo, Montoro.

 

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