La nueva conquista de «Gomera»

Sep 26, 2016 | Uncategorized

La nueva conquista de 'Gomera'

La organización IUCN saca al lince ibérico de la lista de especies en peligro de extinción La historia de 'Gomera', una hembra que cayó en el lazo de un furtivo, es ejemplo de adaptación.

El lince ibérico, uno de los felinos más amenazados del mundo, está aprendiendo a sobrevivir en un mundo que le resulta hostil. Pero entre las crónicas habituales de animales atropellados en la carretera y de los que caen en las trampas de los furtivos, se cuelan a veces historias como la de Gomera, una hembra que supone todo un ejemplo de supervivencia y uno de los motivos por los que, hace unos días, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sacaba alLynx pardinu de su lista roja de especies en riesgo, una excelente noticia para los conservacionistas después de años de lucha por que este felino no desparezca de la faz de la Tierra. 

Y es que el censo de la especie alcanza ya los 404 ejemplares, el mejor dato en 15 años, según los datos de la Junta. De ellos, 361 residen en Andalucía, y hay 120 hembras reproductoras (103 en Andalucía). El total se reparte entre cinco áreas: Doñana, Sierra Morena, Montes de Toledo, Valle de Machatel (Extremadura) y Vale do Guadiana (Portugal). 

Para conocer la historia de esta hembra de lince, ejemplo de adaptación, hay que remontarse hasta la primavera de 2010, un año "pletórico" en el valle del río Yeguas por llegar a alcanzar los 16 cachorros sólo en la orilla cordobesa, según el relato facilitado a el Día por el proyecto Iberlince. Conquista, una hembra histórica del núcleo del valle del Yeguas, tuvo cuatro cachorros:GomeraGitanaGugui Guijarro. Al ser una camada múltiple con riesgo de no conseguir sacar a todos adelante, la dirección del proyecto capturó a Gomera Gitana para trasladarlas a la zona de reintroducción de Guadalmellato, donde fueron incorporadas a esta nueva población. Su reintroducción fue llevada con éxito, y con el tiempo llegaron a ser hembras territoriales y madres.
 

Gomera, sin embargo, acabó desplazada por otro espécimen dominante y fue obligada a abandonar el Guadalmellato. El radiotransmisor que llevaba instalado iba marcando su dirección. Tomó rumbo Este, por el pie de monte de Sierra Morena y el valle del Guadalquivir, para terminar en el valle del Corcomé, en Montoro, una zona de olivares centenarios con islas de monte mediterráneo donde encontró conejo y refugio. 

Después de varios meses en la zona, el 22 de febrero del año 2014, cuando recorría su nuevo territorio, fue atrapada por un lazo de acero instalado en una vereda por un furtivo, un método prohibido para la captura de depredadores y motivo por el que el Seprona de la Guardia Civil abrió una investigación. Por fortuna, un vecino de la cercana Villa del Río que escudriñaba el monte recolectando espárragos se la encontró aún con vida dando tirones para librarse. El hombre, muy preocupado, contactó con agentes de la autoridad y personal del equipo Life, que de manera inmediata acudieron. 

Tras comprobar que estaba preñada, fue liberada en el mismo lugar después de desmantelar varios lazos que había en los alrededores. A pesar del trastorno producido, Gomera decidió quedarse entre viejos olivares y peñascales incultivables, donde el alimento y el refugio le han brindado la oportunidad de echar raíces. Aunque todavía le hacía falta algo muy importante, la compañía. Debido posiblemente al estrés por haber quedado atrapada por el lazo, ese año se malogró su embarazo. 

En enero de 2015 con la llegada del celo, un macho adulto llamado Libertad procedente del valle del Yeguas ingresó en sus dominios y terminó por emparejarse. En plena primavera de ese año, se la pudo observar saliendo del interior de un viejo tronco de olivo con dos cachorros. Y esta pasada primavera Gomera ha sido captada por una de las cámaras de fototrampeo del Proyecto Life con cuatro cachorros, "máxima prueba que nos indica que este nuevo núcleo lincero tiene un prometedor futuro", destaca Iberlince. 

"Es una gran satisfacción comprobar cómo el lince ha regresado a esta zona después de muchas décadas. Hoy su imagen vuelve a verse merodeando por los antiguos olivares de Montoro y Villa del Río, incluso bebiendo en las mismas orillas del Guadalquivir", relata la dirección del programa conservacionista, que destaca que esta experiencia "ha sido posible gracias a la colaboración de los vecinos de Montoro y Villa del Río y a su compromiso con la especie". También ha resultado clave el Ayuntamiento de Montoro, "muy implicado en el nuevo núcleo lincero".

El Día de Córdoba.